Asociación TAYBA Un paso para un futuro mejor
Sanae, una joven que ha vivido con su familia el coronavirus y aquí nos relata su triste historia con el covid 19.
El día 10 de marzo salí del trabajo con fiebre y un poco de tos… Al llegar a casa me encontré con mi hermano y su mujer, que iban de camino al hospital para buscar a papá, ese día tenía diálisis, debía de haber vuelto a casa a las 15:00 horas como de costumbre, pero eran las 17:00 y todavía no había vuelto a casa.
Da la casualidad, que ese mismo día no se llevó el teléfono. Entonces mi hermano llamó al hospital para preguntar por él, y es ahí cuando le informaron de que papá estaba en urgencias porque le había subido la fiebre y probablemente tuviese el coronavirus.
Acompañé a mi hermano a urgencias para llevar a nuestro padre su teléfono y poder hablar con él.
Cuando llegamos no nos dejaron verle, ni darle el teléfono. No verle lo entendí, pero no darle su teléfono me cabreó. En ese momento sentí que como me subía la sangre en la cabeza y entonces le dije a la recepcionista.
* Mi padre lo tenéis ahí dentro, y no podemos verle ni hablar con él ¿Cómo podremos saber cómo está? Y si pasa algo… Debéis de darle al menos El TELÉFONO A MI PADRE.
Pareció que lo entendió mejor y nos dijo:
* Pasar por allí para dárselo a una enfermera y que ella se lo lleve -así fue.
Esa noche me subió más la fiebre y avisé en mi trabajo de que no iba a poder ir.
El médico me dio la baja durante 15 días y me tomó la muestra para ver si tenía el coronavirus, pero me adelantó que seguramente era el coronavirus por los síntomas que tenía, así que debía de estar en aislamiento en mi habitación sin tener contacto directo con absolutamente nadie.
El día 13 de marzo me llamó el médico de papá para avisarnos de que su situación no era estable, y que estaba respirando lo justo.
El día 14 de marzo, nos llamaron a las 11:00 de la mañana para darnos la noticia de que papá había fallecido. (Allah erahmo)
Para mí han sido los días más horribles de mi vida.
No pudimos verle ni despedirnos de él, lo único que deseaba era besar su mano por última vez…
Desde entonces, los médicos mandaron a toda mi familia permanecer en aislamiento sin tener contacto absolutamente con nadie, por haber estado con papá días antes.
A mi madre también le llamaron del hospital y le dijeron que debe estar en aislamiento en su casa sin ver a nadie.
Lo más doloroso, ha sido que en el momento que más necesitábamos estar juntos, no podíamos. No podíamos abrazarnos, que era lo que más necesitaba, abrazar a mi familia por la pérdida de nuestro querido padre. Estar al menos con mamá, saber que la tengo a ella.
Mi madre es la que peor lo ha pasado. Estaba enferma, con síntomas del coronavirus, ansiedad, y lo peor, que no podía estar con nosotros.
Alhamdolulah somos musulmanes y creyentes, a pesar del dolor y el aislamiento, sabíamos que Allah estaba con cada uno de nosotros, y gracias a la ayuda de Allah, hemos podido superar la situación poco a poco.
Para mí personalmente lo que más me ha ayudado en esos momentos difíciles, era hacer el du3ae, pedir a Allah su misericordia por nosotros y para mi papá.
